jueves, 23 de diciembre de 2010

#.Texto.1 :)

Llevo bastante tiempo delante de la pantalla de ordenador pensando en qué escribir.
Puf me encanta este tablón,texto,como se le pueda llamar! :)

Nunca hay que tener miedo.
Siempre le he tenido miedo a muchas cosas.Cuando era pequeña le tenía miedo a quedarme sola en casa, a ir a comprar el pan sin mi madre y a la oscuridad.
No sé por qué creía que algo malo iba a pasarme si conseguía estar sola más de diez segundos en aquellas situaciones.
Pero unas palabras de: "ánimo, sé que puedes hacerlo",
o la luz del pasillo entrando por la rendija de la puerta de mi habitación, hacían que blandiera una espada y me enfrentara a mis miedos a los que, por cierto, terminaba superando.
De mayor los miedos son otra cosa.
Sentimos miedo al fracaso, miedo al amor, a la muerte, a no ser aceptados, al rechazo de los demás o a la falta de un ser querido. Somos más miedosos que de niños, pero somos mayores.
Y las palabras de ánimo hay que decírselas uno solo y ya no hay luces que entren por rendijas, salvo esas que proyectamos nosotros mismos.
No para alumbrar una habitación a oscuras, sino para alumbrar todo un camino que, cuando eres niño, no sabes que puede ser en ocasiones crudo y hasta cruel.
Pero toca ser valiente, y ¿sabes cuál es el truco de los valientes?
-no decir nunca que tienen miedo.

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